“Hallacas, hallacas, hallacas… a la orden, mi amor… en 25 mami. Están bien ricas ¿Cuántas quieres? Hay punto”, esta es la frase que repite una y otra vez Nancireth García en un puesto de comida improvisado en el bulevar La Marrón, en el centro de Caracas.
Desde hace una semana instaló su cava con alrededor de 120 hallacas, una bandeja con ensalada de papa y zanahoria, un filtro con jugo de papelón con limón y varios banquitos para los clientes. Cada vez que llega la época decembrina, ella y dos primas se preparan para ofrecer el plato navideño en esta zona tan transitada.
García contó a El Cooperante que hay días en los que se venden todas las hallacas; sin embargo, en otros la suerte no las acompaña y se regresan a casa con un poco menos de la mitad. Reconoció que, aunque sigue siendo rentable el negocio, las ventas han disminuido en comparación con años anteriores. “La clientela ha bajado bastante, porque antes vendíamos más cantidades y ahora es más reducida”, manifestó.
Asimismo, señaló que uno de los principales obstáculos que tienen a la hora de preparar este tradicional plato navideño es conseguir la harina de maíz precocido y la carne, ingredientes que deben comprar a precios “bachaqueados”. El costo de los encurtidos también significa disponer de un elevado presupuesto, ya que un kilo de pasas cuesta 520 mil bolívares; un kilo de aceitunas en 620 mil bolívares y las alcaparras en 380 mil bolívares.
Angélica Rojas también ofrece sus hallacas en el centro de Caracas. Al igual que García, una hallaca cuesta 20 mil bolívares y 25 mil bolívares si va acompañada con ensalada; no obstante, aclaró que estos precios son “por el momento”. “Todo está caro, pero la gente sigue comiendo en la calle”, destacó. Rojas no sufre por conseguir la carne, pues -según aseguró- la puede comprar con facilidad en Ruiz Pineda a 78 mil bolívares el kilogramo, a diferencia de la harina y el aceite que adquiere a precios elevados.