Atrás quedaron los escándalos de “Rosita” con el pran de Tocorón “El Niño Guerrero”, su tiempo en la cárcel o su relación con “Carlos Breaker”, el expresidario que fue asesinado y desmembrado. Solo quedan los recuerdos de los titulares que la involucraban con fiestas en cárceles o en polémicas relaciones con pranes.
Ahora Jimena Araya disfruta de una tranquila vida fuera de Venezuela, a pesar de que nada se supo sobre el juicio que queda pendiente en su contra por la fuga de “El Niño Guerrero”.