Con el cinismo que caracteriza a los funcionarios del gobierno de Maduro, salen al mundo a afirmar que Venezuela está en las mejores condiciones, que no hay ningún tipo de problema y a defender el “socialismo del siglo XXI” echandole la culpa de todos los males a fuerzas externas que al parecer siempre tienen más poder que ellos.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó que “no existe una crisis humanitaria en Venezuela”, negando así los problemas sanitarios, la falta de medicinas, impunidad, falta de insumos médicos, delincuencia y la creciente diáspora de venezolanos buscando mejor vida en otros países. El funcionario resalta que hay una “crisis económica”, pero como consecuencia de las sanciones y el bloqueo ejercido por sectores de la derecha internacional.
