Venezuela rinde hoy homenaje al Nazareno de San Pablo. La grave crisis humanitaria que azota a Venezuela, recrudecida por la falta de agua y luz, han agregado peso a las ya insoportables cargas en las espaldas de los venezolanos. A esta devoción al Nazareno de San Pablo, la más caraqueña y profunda de cuantas anidan en el alma venezolana, acude el pueblo cada Semana Mayor para confiarle anhelos, angustias y esperanzas.
Una crisis que puede compararse con la peste del vómito negro o escorbuto que sufrió la población de Caracas en 1597, y que hizo que la imagen del Nazareno de San Pablo fuera llevada a la iglesia San Pablo Ermitaño, y de ahí en procesión a las calles capitalinas.
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