El coronel retirado Luis Alfonso Dávila García fue presidente del Congreso de la República y testigo, por unos centímetros de distancia, de cuando Rafael Caldera le entrega la presidencia a Hugo Chávez y éste sentencia la muerte de la Constitución. Nacido en el estado Mérida, llega a Ministro del Interior, en el año 2000, y en febrero 2001 es designado Canciller.
Le pido que describa cómo recuerda a Hugo Chávez. “Con el paso del tiempo, como supremo conductor de lo que es, lamentablemente coincido o me hago coparticipe del historiador que lo califica como el más grande bellaco de la historia venezolana”.
Asegura que “en sus inicios Chávez estuvo impulsado por dos sectores antagónicos: de un lado los militares que participaron en el golpe de Estado de 1992, con el cual yo no tuve nada que ver; y, de otro lado, por pseudos políticos de izquierda que pretendían tomar el poder por la vía de las armas a semejanza de la revolución cubana”.