Italia emprenderá el 26 de abril el ansiado camino de la reapertura, con el regreso de las escuelas y de los sectores que puedan desarrollarse al aire libre para evitar el virus, como la restauración, con la intención de que sea definitiva.
«Si los italianos tienen un comportamiento adecuado, y sobre la campaña de vacunación no tengo dudas de que cada vez irá mejor, será muy baja la posibilidad de volver atrás», sostuvo el primer ministro, Mario Draghi, en una rueda de prensa desde el romano Palacio Chigi, sede del Gobierno.
Aprovechando el retroceso del coronavirus y la inminencia del calor, el Gobierno anunció hoy la «fecha clave» del 26 de abril como el inicio de un proceso de «transición» hacia la reanudación de sectores que siguen cerrados a causa de las medidas anticovid.
HACIA MENORES RESTRICCIONES
En la actualidad, un decreto establecía que hasta el 30 de abril todas las regiones del país estarían catalogadas como de riesgo medio o alto de contagio, lo que limitaba especialmente sectores ya muy perjudicados tras un año de pandemia, como la restauración.
Desde el 26 de abril se recuperará la calificación de «zona amarilla», la de menor riesgo epidemiológico, y las regiones que entren en ella podrán volver a subir la persiana en sus restaurantes y bares, para comer o cenar, siempre que sea al aire libre.