El Sargento Mayor de Tercera Darwin Balaguera Rivas tiene a tres funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia militar (Dgcim) dentro del dormitorio donde permanece con la herida de la pierna, en el Hospital Militar de Caracas “Dr. Carlos Arvelo”.
El militar está en un estado de abandono, porque la atención que le están dando en el centro médico asistencial es precaria. Él recibió un disparo durante la Operación Aurora, que tuvo como fin el asalto al 513 Batallón de Infantería Selva “GD Mariano Montilla”, ubicado en el sector Luepa, municipio Gran Sabana del estado Bolívar, de donde sustrajeron más de un centenar de fusiles y municiones. Eso ocurrió el 22 de diciembre y aún a Balaguera no lo han operado.
En la modalidad del “acostumbramiento” que imponen en Venezuela los cuerpos de seguridad, tanto el Servicio Bolivariana de Inteligencia (SEBIN) manejado por Diosdado Cabello, a través del general Gustavo González López, así como la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) al mando de Nicolás Maduro a través del MG Iván Hernández Dala.
A la familia del Sargento Mayor de Tercera no le permiten verlo o visitarlo, tampoco les dan información sobre la situación de salud del joven militar, quien pasó a Cúcuta (Colombia) el 23 de febrero 2019, como parte de los centenares de militares que le dieron apoyo a Juan Guaidó Márquez.