“Algunos petareños se sentían seguros, podían sacar el teléfono y subir a altas horas de la noche con la certeza de que el Patrón los cuidaba“, agregó.
Aunque hay poca información al respecto, se asegura que fue nombrado como juez de paz, que, según la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal dictada el 2 de mayo de 2012, tiene como función la toma de decisiones, a través de medios alternativos, para la resolución de conflictos de forma armoniosa.
Pero a través de métodos no propiamente conciliatorios, mantuvo una especie de calma en todo el sector, hasta que Juan Guaidó se proclamó presidente interino de la República y las protestas comenzaron a sentirse en las zonas populares.
“Para muchos habitantes sus soluciones radicales fueron efectivas: acabó con la delincuencia (siendo él mismo parte de ella), mantuvo el orden y hasta se volvió inspector de los comerciantes de Petare”, indicó.
