El Gobierno interino de Bolivia acusó este sábado a Evo Morales de instigar un “golpe de Estado” en el país, donde movimientos sociales considerados afines al expresidente advierten de una convulsión social si no se fija ya una fecha de elecciones.
“Aquí claramente se está gestando un golpe de Estado”, dijo el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, en una comparecencia ante los medios en la ciudad boliviana de Cochabamba.
El titular interino de Gobierno reiteró sus acusaciones hacia el exmandatario y su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) de alentar el “terrorismo” en Bolivia, “mandando a sublevarse a la gente”.
Una afirmación que se produce después de que dirigentes de la Central Obrera Boliviana advirtieran de que habrá una convulsión social si la presidenta transitoria del país, Jeanine Áñez, no promulga una ley para ir a elecciones, una advertencia que recibió el apoyo de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba, una zona considerada un bastión político de Morales.